Representantes de Soberanía y Libertad (Sol.bo) y de Unidad Demócrata (UD), en entrevistas con EL DIARIO, plantearon que para solucionar las actuales dificultades del país debe desarrollarse un diálogo que, partiendo de lo local, se proceda a elaborar un nuevo Pacto Fiscal (redistribución de los ingresos) e impulsar un cambio de la matriz productiva que otorgue soluciones a nivel nacional.
En el actual contexto político nacional, figuran los reiterados pronunciamientos del jefe de Estado, Evo Morales, de presentarse a una nueva reelección en 2019. En ese marco, continuando con las consultas a representantes opositores, entrevistó a la diputada Fernanda San Martin, de Unidad Demócrata (UD) y a José Luis Bedregal, vocero de Soberanía y Libertad (SOL.BO)
DIÁLOGOS EN UD
La diputada San Martin señaló que, como en el 2014, su tienda política realizará diálogos departamentales, para recoger todas las demandas y preocupaciones de la población, en todos sus sectores, de manera conjunta y colectiva, con miras a la redacción de un programa político nuevo para el país.
Acotó que esta construcción de todos determinará las líneas específicas, con las cuales los propios bolivianos tendrán la posibilidad de ver, incidir y ver sus propias ideas plasmadas en un programa de gobierno, alternativo al vigente.
San Martin expuso que existen ejes centrales que su tienda política ve necesarios para el desarrollo y el progreso del país y que, entre ellos, está la diversificación y el cambio de la matriz productiva del país.
“Los demócratas buscamos generar un cambio en esa matriz productiva, para apoyar e incentivar al sector privado, a fin de que pueda tener las facilidades de generar más emprendimientos y por estos medios crear empleos en el país. El concepto sustancial es contar con una economía más estable, que dependa del trabajo de los bolivianos y no de los precios internacionales de los “comóditis”, sostuvo.
Sostuvo que el país, desde su nacimiento, es netamente extractivita de recursos naturales no renovables y contaminantes, como son los minerales y los hidrocarburos, que además se hallan a merced de los vaivenes de los precios en el mercado internacional.
San Martín añadió que, en estos últimos diez años, el partido gobernante no fue capaz de encontrar ese derrotero y esa diversificación para el cambio de la matriz productiva de Bolivia. “En tanto –dijo- continuamos siendo extractivitas de materia prima, sin lograr la industrialización correspondiente, que es básica para el desarrollo del país”.
Continuó expresando que “Es importante que este desarrollo tenga ejes ecológicos, basados en energías renovables, limpias como, por ejemplo, la eólica, solar o biomasa, sin que esto sea solamente un discurso o hecho aislado, sino más bien que se instituyan políticas públicas integrales, con planificación adecuada, para lograr la sustitución de la explotación contaminante por la energía limpia”.
Varios son los problemas que ocasiona la contaminación –anotó- entre ellos el tema del agua, debido a que, según expertos, el departamento de La Paz tendrá únicamente 8 años de sustento de este importante recurso, y que no se estaría haciendo absolutamente nada para prevenir este gran problema que se avizora.
“Algo que causa gran preocupación en UD es el desinstitucionalización de todo el aparato estatal, los órganos públicos están a merced de personas y/o del partido de gobierno, no obstante de que la independencia de las instituciones es un pilar fundamental para que estas estén al servicio de los ciudadanos y no del régimen de turno”, fue otra de las precisiones que hizo a EL DIARIO la diputada opositora.
Finalizó manifestando que estos son algunos de los aspectos considerados por la UD y que sobre ellos trabajó en estos dos años, para elaborar una nueva propuesta para la conducción del país, partiendo de los principios de justicia y equidad social, que estuvieron ausentes en estos ultimo años.
SOBERANÍA Y LIBERTAD
El vocero de SOL.BO explicó que en el entender de su partido la conformación de una alternativa democrática para el país debe estructurarse sobre la base de la “cohesión de visiones” que podamos tener los distintos frentes y organizaciones que hacemos vida política en el país.
Existe un criterio fundamental que seguramente será eje del diálogo y la construcción de futuras y posibles coincidencias. Este es la preservación de los valores democráticos, venidos a menos por la política de destrucción de la institucionalidad, practicada de manera sistema tica, por el partido en función de gobierno.
Recordó que hace diez años, la tesis fundamental del masismo, a través de uno de sus principales operadores, Álvaro García Linera, habló de la destrucción institucional del Estado republicano. Afortunadamente, las instituciones no fueron destruidas, solo les cambiaron los nombres y están presentes, pero corrompidas y debilitadas.
Entre los casos más patéticos está todo el Sistema Nacional de Regulación, aunque elogiado externamente, la actual Contraloría General del Estado languidece, por contar con un contralor inoperante, que además permanece en funciones casi 8 años, en forma interina e ilegalmente.
Añadió que el sistema electoral contó, en algunos períodos, con la mayor confianza del país, para luego convertirse en uno de los entes de mayor desconfianza, la manipulación del poder judicial, lo cual produjo un gran daño a la democracia y a los ciudadanos, quienes perdieron la confianza en el sistema de justicia. Lamentó, enseguida, que se convoque a una “Cumbre de Justicia” con los mismos actores que enlodaron a todo el aparato de la justicia boliviana.
Bedregal remarcó que este deterioro de los elementos fundamentales de la democracia afectan al ejercicio de los derechos civiles y políticos que están siendo duramente atacados, come en el caso de la presión impositiva, legal y política a los medios de Comunicación
Puso también énfasis al señalar que la presión política y financiera a los gobiernos municipales, que no coinciden con el gobierno central, no son apoyados económicamente por la administración estatal, como si el dinero proviniese de la billetera del Ministro de Hacienda, pese a que, en realidad, el dinero proviene de los mismos municipios.
Insistió en que, sin embargo, el poder central actúa como cuello de botella para quedarse con el 82% de los recursos producidos por todos los bolivianos, otorgando a los municipios únicamente un 20% y que inclusive los bonos como el Juancito Pinto, o el de la tercera edad, salen de recursos municipales, para luego ser utilizados en la propaganda política gubernamental.
El vocero de SOL-BO destaco, asimismo, que “El gobierno pasa por alto el mandato de la nueva Constitución, aprobada en su propio mandato, de construir un Estado Autonómico, con competencias muy claras para cada nivel nacional y local. Sin embargo, el presidente del Estado actúa como Alcalde de los 360 municipios, entregando canchitas, enlosetados … sin obedecer a la Constitución”.
Agregó que, por lo tanto, deberá modificarse este estado de cosas. Trabajarse en otros factores que también hacen a la democracia, el principal de ellos el acceso a una salud de calidad, dejando de lado millonarias inversiones en edificios faraónicos, como ocurre con los palacios de Gobierno y Legislativo, mientras los hospitales se encuentran sin el personal ni los insumos necesarios para prestar atención a la población en general.
“Elemento importante, subrayó, es la modificación de la matriz productiva, debido que un país rentista como el nuestro, está a merced de las bondades de la madre tierra y que en estos años, con algunas inversiones, quedará para la vergüenza nacional los casos de Karachipamapa y San Buenaventura, que no lograron ningún avance para la industrialización que nos permitiría despegar económicamente”.
La corrupción, la ausencia de información en el manejo del Estado, el absoluto sometimiento del poder judicial, de la Contraloría y, en general, de toda la institucionalidad nacional, son otras anotaciones del entrevistado. “Con todas estas malas experiencias, los partidos que no estamos en función de gobierno nos aprestamos a trabajar en la perspectiva de desarrollo de un Estado moderno y transparente”, prosiguió.
Bedregal terminó declarando que “Lastimosamente este es un Gobierno sordo, insensible e incapaz de construir consensos, pero SOL.BO no se cansará de tender puentes para atender y resolver estos problemas”.
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