Al entrar a la Alcaldía vimos varias oficinas con la foto de Evo Morales, ¿usted ya pidió que las saquen?
No, de ninguna manera. Muchas cosas en la institución no solo tienen que ver con cambios estéticos, sino con cambios profundos, que es a lo que me dedico ahora. Una propuesta que cumpla nuestros objetivos. Hay obras a medias que encaminamos, a estructurar un nuevo equipo de trabajo que engrane. Esta Alcaldía, un espacio físico alquilado, está muy mal, pedimos que se dé una mano de pintura y limpieza.
_¿Entró con bolapié?
Empecé con una decisión que había que asumirla, porque era parte de un compromiso, una administración pública diferente. Las leyes se las hace para cumplirlas y actué en ese marco.
_¿Esperaba usted el lío de entrada con la Fejuve?
Sabía que no iba a tener una muy buena relación con varias organizaciones sociales, porque muchas formaron parte del Corelcam, la coordinadora política del MAS que apoyó a Patana. Que no se generalice, no es la Fejuve como tal. La cabeza sí, pero en esa corporación participan los 14 distritos municipales, nosotros trabajamos con varios de ellos.
_¿Es difícil enfrentar al poder del MAS en El Alto?
No estoy sola. Tengo el apoyo de la población de a pie, que fue la que más criticó el manejo de beneficios particulares, privados y en algunos casos sectoriales, con beneficios de institución pública.
El manejo corporativo implica control en las zonas, una persona en El Alto no puede ni vender su terreno sin el aval sindical.
_¿Usted cree que la gente se cansó de eso?
Eso ayuda a cuidarnos de los loteadores. Lo malo es cuando se utiliza ese poder para amedrentar, para cobrar multas. Sí creo que había cansancio porque hasta para conectar agua, luz, alcantarillado se debía tener la firma del dirigente. Para hablar con el alcalde se requería la firma del dirigente, no pues. Monopolio de autoritarismo.
_¿La presión la molestó mucho? ¿Pudo trabajar?
Sabía que iban a molestar, pero no pensé tan rápido. Me sentí incómoda, pero estuve trabajando desde el primer día.
_¿Pensó en ceder como una opción ante la presión?
El diálogo y la coordinación siempre estarán presentes, es la única forma de exigir nuestras demandas y derechos ante el Estado, no para el beneficio de una persona ni de una gestión, sino para la ciudad. Pero, ceder a un capricho de unas cuantas personas es algo que no haré, y menos, ir contra la ley.
_La COR y la Fejuve tienen cuotas de poder, cargos en la Alcaldía, ¿usted los romperá?
No romperé estructura alguna. Tomaré decisiones frente a mis obligaciones. Por ejemplo, si hay una secretaria en el cargo de un ingeniero, pues tendré que cambiarla, venga de donde venga. Al contrario, si hay una persona que hace bien su trabajo, lo dejaré, venga de donde venga. Lo tengo claro.
_¿Dobló el brazo a Fejuve?
No se trata de eso. Encaminamos nuestro trabajo, para cumplir con lo que espera la población. Entregaremos la Alcaldía a toda la ciudad y no a todos los dirigentes.
Aparentemente, encima del alcalde había otras personas que decidían en el municipio y él lo permitía. Yo respetaré la decisión del soberano que me eligió para gobernarlos.
_¿Siente apoyo de su partido o las cosas cambiaron?
Logré ir a la par de la misma ideología de Unidad Nacional, un partido de izquierda democrática que valora al ser humano, al ciudadano, no por el color de su piel, por haber tenido estudio o no, sino por la capacidad y el sentimiento que cada uno de nosotros pueda tener. Lo claro es que hoy yo respondo a la ciudad de El Alto, ya no a Unidad Nacional. Quiero hacer un llamado a las autoridades a coordinar.
_En el Facebook algunos la postulan como sucesora de Evo, ¿se ve usted en el Palacio?
No soy dueña de mi vida. Dios sabe hasta cuándo uno podrá estar acá. Yo veo mucho y proyecto mucho para El Alto no solo de aquí a cinco, sino 20 años. Quiero cumplir esta función, es mi objetivo. Busqué este espacio y eso es lo que ocupa mi mente ahora
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