Seis de la mañana. Lo primero que hizo Samuel Doria Medina fue besar y abrazar a su esposa, Nidia. Luego se bañó y al volver a su habitación, el desayuno estaba listo. Galletas de avena hechas por su pareja y un jugo de naranja para empezar el día. Así vivió Samuel Doria Medina las primeras horas de la jornada electoral y terminó con un discurso moderado, aceptando la victoria de Evo Morales y el 24% de votación que él alcanzó, según resultaddatos no oficiales. Su próxima meta son los comicios regionales, para los que ya se prepara.
Doria Medina se encerró con su familia en su domicilio la mayor parte del día de las justas. Estuvo seis horas fuera de La Paz, visitó Santa Cruz para juntarse con Ernesto Suárez, su candidato a la Vicepresidencia, y el gobernador Rubén Costas, su aliado en tierra cruceña.
Estuvo con los suyos hasta el momento de emitir su voto. Salió de su hogar a las 8:55, vestido con un polo amarillo y un bluyín azul, que contrastó con sus seguidores, que lo esperaron vestidos de blanco. Doria Medina sufragó a las 9:15 en el colegio Franco Boliviano, de la zona sur paceña e inmediatamente, viajó a Santa Cruz.
En tierra cruceña se unió a Suárez y Costas, y participó de entrevistas televisivas. Habló con sus aliados acerca de sus perspectivas y dejó en “manos del ciudadano” la elección.
La visita fue fugaz, volvió a la sede de Gobierno a las 14:20. Una hora y media después ya estaba almorzando con su familia en su hogar. Un platillo hecho por Nidia; “fue algo simple”, dijo su compañera de vida.
Por la tarde
Prácticamente toda la tarde se encerró en su casa con su familia y el único contacto con la población fue a través de Twitter. Doria Medina se jactaba de ganar en mesas del exterior, como Tokio, Boston, Bogotá, Ciudad de Panamá y Nueva York. De esta última ciudad ironizó su victoria y describió las “caras largas” de Jessica Jordan y Sacha Llorenti tras conocer que Unidad Demócrata (UD) venció al Movimiento Al Socialismo (MAS).
Al final de la jornada, su organización preparó un centro de cómputo en un céntrico hotel de La Paz.
Ahí Doria Medina mostró un rostro en paz, pero su entorno no disimuló las caras largas, aunque hubo cánticos y aplausos. Aceptó los resultados y reconoció que los votos de más de un millón de personas lo consolidan como la principal fuerza opositora.
“Nos aseguraremos que no haya más relecciones, que haya salud, educación, que mejore la economía del país”, dijo en su discurso.
Más adelante indicó que la cantidad de votantes por UD le daba fuerzas para pensar en las elecciones de gobernadores y alcaldes, previstas para marzo. “Trabajaremos por construir una alternativa”, añadió, agradeciendo el apoyo
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