La base de la economía cruceña es la exportación de hidrocarburos y ante la crisis de los precios del petróleo y el compromiso de responder a demandas de la población, la Gobernación de esa región plantea la urgencia de replantear el pacto fiscal, es decir, redistribuir la coparticipación tributaria que beneficia a departamentos, municipios, pueblos indígenas y universidades.
La Gobernación de Santa Cruz socializa una propuesta en momentos en que el Ejecutivo ve difícil la concreción de este proceso.
La iniciativa cruceña plantea que el nivel central pase de tener el 75% al 50% de los recursos de coparticipación, bajo la fórmula 50-50. De este modo, las gobernaciones percibirían el 20%, los municipios el 23%, los pueblos indígenas el 1% y las universidades el 6% de las recaudaciones.
“La propuesta del 50% de coparticipación tributaria incrementa los recursos destinados a proyectos de inversión pública, tales como salud, educación y seguridad ciudadana, representando apenas el 4,7% del total de los ingresos del Presupuesto General de la Nación”, precisa un documento enviado por la Gobernación cruceña. La distribución de ese 20% para los departamentos sería del 50% de manera equitativa y el otro 50% por población, para aplicar el criterio de compensación, precisa el planteamiento.
La semana pasada, el ministro de Autonomías, Hugo Siles, advirtió que la inexistencia de normas autonómicas en los gobiernos subnacionales frenará la consolidación del pacto fiscal. A este hecho se suma el triunfo del No a los estatutos autonómicos de cinco regiones en el referéndum desarrollado el domingo.
El propio vicepresidente Álvaro García dijo el lunes que los resultados de la consulta afectan la discusión para alcanzar un nuevo pacto fiscal. “Sin duda va a ralentizar el debate (del pacto fiscal), porque los gobiernos de los cinco departamentos tienen menos autoridad local para pronunciarse en torno a ciertos temas. Los gobiernos locales donde ganó el No van a tener algunos problemas administrativos y veremos cómo reenfocar ésto al pacto fiscal”.
El diputado cruceño Tomás Monasterio (UD) respalda la propuesta cruceña porque —asegura— la pérdida de recursos por el valor del crudo, podría afectar el ritmo de desarrollo. “Por eso impulsamos el debate para el pacto fiscal. La propuesta de Santa Cruz, no solo desde la Gobernación, sino desde otras instituciones, es la distribución del 50-50, sin quitar recursos a otros departamentos y afectando solo el 2% del presupuesto del Gobierno, para paliar la crisis del petróleo”.
Pese a esos temores y la búsqueda de recursos, un análisis de la Fundación Milenio señala que en la última década Santa Cruz presentó una importante mejoría en su ingreso per cápita debido al comportamiento de su PIB que tuvo un crecimiento promedio de 4,9% entre 2005 y 2014. En 2012 alcanzó el récord de 8,5%.
En 2014, el crecimiento cruceño fue liderado por la minería (minerales metálicos y no metálicos) que alcanzó un 25,2%.
Ese mismo año, las exportaciones cruceñas llegaron a $us 3.318,7 millones. Los hidrocarburos subieron en 3,6% totalizando $us 1.612,5 millones y los minerales $us 200,8 millones. La contracción fue en productos no tradicionales con una caída del 15,1%. La preponderancia es del gas natural que desde 2011 se mantiene como el producto de exportación más importante en Santa Cruz y desplazó a la soya.
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