El proyecto hidroeléctrico de El Bala-El Chepete, a pesar de ser proyectado en territorio paceño, tendrá efectos sobre el departamento del Beni, afirmó la senadora Jeanine Áñez (UD), quien advirtió que las instancias ejecutoras de la obra de dimensión no transparentan su impacto ambiental.
“Todavía no se conoce el estudio de impacto ambiental, todavía no hay consulta previa (a los pueblos indígenas), pero el capricho del Gobierno está por encima y no tenemos mercado asegurado para la energía eléctrica de la hidroeléctrica”, dijo la asambleísta beniana.
La legisladora de oposición manifestó que a pesar de las peticiones de informe enviadas a las instancias ejecutoras de la hidroeléctrica, hasta la fecha no se transparentan los impactos ambientales, que se teme sean desastrosos para una región altamente sensible como es la Amazonía.
Señaló que desde el Ejecutivo se limitan a decir que está en proceso de socialización el proyecto a las comunidades indígenas. “Seguramente les mienten porque en su mayoría rechazan el proyecto porque Rurrenabaque vive del turismo y esta represa sin duda afectará a esa región que vive de esa actividad, eso sin contar con que el turismo ya se vio disminuido con el cuento de las visas que se exigen a los ciudadanos israelitas”, manifestó.
“Hemos pedido de manera permanente a los diferentes ministerios, pero nunca responden, hemos asistido a númerosos seminarios donde nos alerta sobre el tremendo impacto ambiental que tendrá si se construye (la hidroeléctrica), pero no hay respuesta, hay un capricho, no hay mercados y no sabemos qué va a suceder”, expresó.
La Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) aseguró que la hidroeléctrica de El Bala sólo afectará con embalses (inundaciones) al 0,7% del Parque Nacional Madidi y al 1,2% de la Reserva Biósfera y Territorio Indígena Pilón Laja del norte del departamento de La Paz.
Sin embargo, los ambientalistas rechazan estas cifras y señalan que los efectos en la zona no deben verse solamente de manera cuantitativa sino cualitativa. Advierten que las inundaciones generarán mortandad de peces y otras especias de flora y fauna, provocarán grandes concentraciones de agua y la prevalencia de enfermedades, además del desplazamiento irreversible de pueblos indígenas de sus territorios ancestrales.
Por su parte, el embajador de Brasil, Raymundo Santos Rocha, afirmó que la conformidad de compra de energía eléctrica a Bolivia, basada en la hidroeléctrica de El Bala, debe pasar por un tratado internacional. Destacó que cada vez su país demanda mayor energía limpia.
El proyecto hidroeléctrico El Bala-Chepete, según la planificación de ENDE prevé una inversión de más de $us 6 mil millones, con lo que se constituiría en la cuarta “mega represa” más grande de Sudamérica con un potencial de generación de 3.676 megavatios (MW). (ANF)
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