Las impunes atrocidades de Juan Ramón Quintana están generando una peligrosa corriente fascista allá en Bolivia y esa tendencia liderada por Samuel Doria Medina, Carlos Valverde y algunos importantes jerarcas de la prensa boliviana está exaltando los ánimos colectivos para interrumpir el mandato constitucional del presidente Morales. Están usando como plataforma internacional el territorio de Argentina bajo el gobierno del también empresario Mauricio Macri”, advirtió el director de este medio Wilson García Mérida en contacto telefónico con la redacción de Sol de Pando en Cobija.
Según asegura, el pasado 26 de mayo, un día antes de que el ex jefe de Inteligencia Carlos Valverde apareciera en Buenos Aires autoexiliándose, nuestro Director recibió una propuesta de dinero en dólares para ser enviado a su madre en Cochabamba, poniendo como condición que García Mérida abandone su estadía en el Brasil para exiliarse también en Argentina, esperando la caída de Evo Morales. “Aquella propuesta me llegó por donde menos esperaba. Fue una persona allegada a mí, muy querida y respetada, que, quizá de buena fe, se prestó a ello dejándose manipular por Doria Medina”, dijo Wilson.
“Respondí que no me interesa si Evo Morales se queda o se va, que lo único que me interesa es volver inmediatamente a Bolivia para estar junto a mis hijos y mis padres ahora abandonados porque dependen de mí, y que la única manera de viabilizar mi retorno es que esa oscura querella que presentó el ministro Quintana haciéndome imputar por sedición se transparente con todo el rigor de la ley”, informó el Director de Sol de Pando. “Le hice saber a Doria Medina, a través de esa amistad común, que no voy a prestarme a un juego político ausentándome indefinidamente de Bolivia y abandonando a mi família; que sólo exijo que me diga la justicia boliviana cuáles son las pruebas preconstituidas, evidencias o indicios en base a las cuales Quintana asegura que yo cometí delito de sedición. Una vez que yo tenga esa información y se me garantice que no seré encarcelado indebidamente, volveré imediatamente al país para enfrentar ese juicio defendiéndome en plena libertad, sin temer a nada ni a nadie”. Ante esa aclaración, la persona que intermedió en la propuesta de Doria Medina habría retirado la oferta de “apoyo económico” para la familia de García Mérida.
El periodista se encuentra en territorio del Brasil desde el pasado 12 de mayo una vez que el Ministro de la Presidencia hizo notificarle el 10 de ese mes, en la ciudad de Cochabamba, con una citación para presentarse en la Fiscalía de esa ciudad mientras García Mérida se encontraba a más de mil kilómetros en la cuidad de Cobija, la capital pandina, realizando reportajes y labores institucionales como Director de Sol de Pando.
El 16 de mayo recibió salvoconducto de la Policía Federal para circular legalmente en cualquier lugar del país vecino, partiendo dos días después de Epitaciolandia a Xapurí, donde fue recibido y acogido por el párroco de ese municipio, Francisco das Chagas Monteiro. El 19 de mayo, conducido personalmente por el padre das Chagas, el periodista llegó a Rio Branco, capital del Estado do Acre, donde fue recibido por el padre Massimo Lombardi, vicario de la Catedral de esa ciudad. “Pasé mi primera noche en Rio Branco junto a un grupo de refugiados senegaleses, todos ellos musulmanes, gente muy bella, en una casa de acogida de la pastoral de movilidad migratoria. El viernes 20 de mayo regularicé mis documentos de permanencia libre y la Iglesia me puso bajo tuición de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos del Estado do Acre, a cargo del conocido intelectual de la izquierda brasileña Nilson Moura Leite Mourao”, recordó García Mérida.
Junto a la Iglesia de Rio Branco, el Gobierno Autónomo del Estado do Acre, bajo la administración del goberandor Tiao Viana (del Partido de los Trabajadores) lo hospeda y brinda garantias hasta que retorne a Bolivia. García Mérida se negó a pedir refugio político al Gobierno Federal del país vecino, con sede en Brasilia, evitando provocar un conflicto diplomático entre ambos países. “El Gobierno Autónomo del Acre entendió aqui en Rio Branco que mi caso, a diferencia del de Valverde, es eminentemente humanitario y no necesariamente político”, precisó el periodista que se vió obligado a cruzar la frontera para resguardar su vida y su libertad, según declaró el primer día de su salida de Bolivia siempre con la idea de volver pronto al país.
Represalias de periodistas ligados a Doria Medina y Valverde
Al quedar claro que García Mérida no acepta ser vinculado con Carlos Valverde debido a las características de su conflicto legal con Quintana, los principales medios informativos del país le retiraron su apoyo y dejaron de hacer seguimiento a las incidencias de su destierro. “Se me critica por no contribuir al derrocamento de Evo Morales y concentrarme sólo en Quintana, y no entienden que quien me ha iniciado un juicio por sedición es el Ministro y no el Presidente. Si la querella hubiera sido de Evo Morales, mi problema estrictamente legal y no político habría sido con Evo, pero es con Quintana y a él le exijo su renuncia si no me aclara donde están los fundamentos y pruebas de su juicio por sedición en mi contra. Que me demuestre fehacientemente Quintana que estoy conspirando contra el gobierno de Evo Morales o que renuncie, pero también que aclare sus vínculos con el narcotráfico y con la corrupción organizada que vengo denunciando desde el año 2012”, dice con apabullante convicción el Director de Sol de Pando. “El ministro Quintana también tiene en su haber estrechos vínculos con aquellos sicarios del narcotráfico que dispararon a matar contra campesinos del MAS durante la masacre de Porvenir; eso también lo publiqué el año 2012 con evidencias concretas y estoy dispuesto a sostenerlo en cualquier instancia“, agrega.Según palabras de Wilson, aquellos que aprovechan esta coyuntura de “desastre social y político generado por Quintana” para defenestrar a Evo Morales, “están alimentando una corriente fascista con un renovado odio a los indígenas que se expresa en un socapamiento subterráneo, diría yo propio de las logias masónicas, nada menos que en favor del Ministro de la Presidencia; y Doria Medina se está aliando con Macri para derrocar a Morales aprovechando las impunes y permanentes atrocidades de Quintana; quieren generar una crisis internacional de gran magnitud en Sudamérica”, previene.
El periodista aclara que no es un defensor a ultranza de Evo Morales, sino del proyecto histórico de revindicación indígena que representa el proceso encabezado por Morales, a quien sin embargo le critica por la “irresponsabilidad” de mantener en su entorno íntimo a personajes como Quintana, quien, recuerda García Mérida, fue asesor en materia de Inteligencia y Seguridad del general Hugo Banzer Suárez, durante toda la gestión civil del ex dicador entre 1998 y 2001. “Hay un mandato constitucional que yo respeto a pesar de la irresponsabilidad de Evo Morales al tener un entorno tan perverso con tipos campeando como Quintana“. dijo en su red social.
“Lo que me estremece es que este nuevo fascismo germinal está anidando en las élites de la prensa boliviana”, advierte. “Llegué a este terrible convencimento al sufrir en carne propia la inhumana crueldad de estos periodistas que se precian de ser los más influyentes en el país, cuando hicieron gala de un sepulcral silencio ante el drama que está atravesando mi papá recluído con una enfermedad terminal en el Hospital Obrero de Cochabamba”.
El pasado 5 de junio el sacerdote Fernando Javier Rojas Silva, amigo de la família del periodista (“él fue quien bautizó a mi primogénito hacen 25 años”), se presentó en el Hospital Obrero de Cochabamba para asistir espiritualmente al padre del periodista desterrado; pero un policía de la Caja de Salud impidió arbitrariamente la visita y agredió al religioso cuando éste insistió en ver al enfermo:
“Como si mi padre fuera un rehén o un recluso sometido a restricciones carcelarias, esta tarde un prepotente funcionario policial de la Caja de Salud donde mi progenitor se halla en agonia, impidió que el padre Fernando Javier Roja Silva pueda asistirlo espiritualmente”, protestó el periodista en su cuenta de Facebook. Y también reveló lo siguiente respecto a la enfermedad de su padre: “Antes de mi último viaje a Cobija de donde ya no volví, era yo el encargado de sus cuidados clínicos, le acompañaba a sus consultas médicas y a sus exámenes de laboratorios, recogía sus recetas y dejé a medio camino un trámite para que se lo someta a una Junta Médica por la gravedad de su enfermedad. Amigos galenos como los doctores Henry Nuñez, Rolando Herrera, Vladimir Franco y Gonzalo Montero Lara son testigos directos de ello. Me forzaron a abandonarlo cuando más necesitaba de mí“.
Ningún medio de comunicación en Bolivia informó sobre la agresión al sacerdote cochabambino que acudió al lecho del enfermo padre del periodista, pese a que García Mérida distribuyó un boletín a todos ellos mediante correo electrónico. “Lo que me doblega de indignación es que ni siquiera los medios vinculados a la Iglesia Católica dieron cobertura a esa información”, reclama García Mérida.
El Director de Sol de Pando, sin embargo, matiza las causas del ostensible silencio mediático en su destierro. “También hay que comprender que muchos colegas se abstienen de opinar o de invulucrarse en el tema debido a que sus fuentes de empleo están bajo control político o publicitario del Ministerio de la Presidencia” —reconoce Wilson—. “El miedo despavorido a Quintana, que todo el mundo sabe extorsiona conculcando el derecho al trabajo de mucha gente honesta, es también un factor que pesa mucho en esta coyuntura crítica para el periodismo boliviano”.
El silencio mediático prolonga el destierro por una querella infundada
Para el Director de Sol de Pando el silenciamiento mediático de su destierro — ya sea por consigna política de la ultraderecha anti-evista o por temor a perder fuentes de empleo en medios controlados por Quintana— es un freno decisivo a su plan de retornar con urgencia a Bolivia para poder reunirse con su familia.Nuestra redacción en Cobija preguntó a García Mérida si no intentó lograr que personalidades influyentes del periodismo boliviano como el ex presidente Carlos Mesa respalden su causa. “Se que Carlos Mesa tarde o temprano algo dirá”, afirma García Mérida aunque en un tono poco entusiasta.
Los Tiempos, medio donde García Mérida inició su carrera periodística hace 30 años en Cochabamba, y donde actualmente escribe una columna cultural de domingos, tampoco marcó una línea editorial respecto al destierro del periodista. Le preguntamos si tuvo algún roce con el diretor de ese matutino, Juan Cristóbal Soruco, que hubiera causado esa brecha de silencio. “Yo no tengo ningún problema personal con el señor Soruco, quizá él sí conmigo, no lo sé” —responde el Director de Sol de Pando—; “pero de lo que estoy cien por cien seguro es que con la família Canelas, fundadora de Los Tiempos, mantengo una relación de profunda amistad de hace tres décadas. Todos los miembros de esta noble y generosa familia cochabambina, sin ninguna excepción, están entre mis primeros y mejores amigos en mi ciudad, que son pocos pero muy selectos”.
Lo cierto es que la censura mediática que bloqueó la cobertura nacional al destierro de García Mérida, originada en el hecho de que nuestro Director no se sumó a la corriente orientada a provocar la revocatoria del presidente Evo Morales, impide se esclarezca el real propósito de la querella por sedición que activó el ministro Quintana.
“En este momento deberíamos estar discutiendo en el país sobre los contenidos vacíos de esa criminal querella por sedición, esa querella es un acto de corrupción que ya debería ser auditada mediante los mecanismos de la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, y entonces mi retorno al país estaria encaminándose sin mayor demora; pero como me han estado enfrasacando en el absurdo debate de que el cuplable de mi destierro es Evo Morales y no Juan Ramón Quintana, me hacen perder el tiempo y prolongan mi ausencia del país a un extremo insoportable, esto me está causando un terrible perjuicio económico y también está poniendo en alto riesgo mi seguridade física, además del sufrimiento de mis hijos, mis hermanos y mis padres”, protestó.
Recordó que en octubre del 2012 sicarios pertenecientes a la banda del narcotraficante convicto Mauro Vásquez y que según nuestro Director también trabajan para Quintana, intentaron secuestrarlo junto a su compañera Gerente de Sol de Pando, por lo que ambos tuvieron que huir a Epitaciolandia. Wilson García Mérida teme que Quintana esté presionando para mantenerlo en Rio Branco el mayor tiempo posible tramando un nuevo atentado contra su vida. “Mientras más tiempo se prolongue mi destierro, más posibilidades tendrá Quintana para rearticular a sus sicarios que aún merodean en esta parte del Acre; y si algo grave me llega a suceder en este interín, no sólo será responsable el Ministro de la Presidencia sino también aquellos periodistas que con su silencio cruel y en su afán de derrocar a Evo Morales están prolongando innecesariamente mi destierro”, advierte.
“Raúl Peñaranda es el que más me castigó”
“El quintanismo ha penetrado en todos los pliegues de nuestra sociedad, es el fascismo de nuevo cuño en la realidad boliviana”, escribió en la víspera el periodista desterrado, siempre en su cuenta de Facebook.Ahora García Mérida les pone más nombres y apellidos a sus conculcadores.
El pasado 3 de junio, a solicitud de organizaciones internacionales de protección a los periodistas, Wilson envió informes sobre las causas y circunstancias de su actual destierro. En dichos informes el Director de Sol de Pando remarca que para su defensa en la querella por sedición es vital desligarse de aquellos políticos como Samuel Doria Medina y Carlos Valverde que buscan la revocatoria de Evo Morales y no el esclarecimento de los abusos y actos de corrupción que comete el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana.
Según reporta García Mérida a esta redacción de Cobija, al tomar conocimiento de sus informes a dichos organismos internacionnales, el periodista Raúl Peñaranda Undurraga, director periodístico de una importante agencia noticiosa dependiente de la Iglesia Católica, le envió un mensaje recriminándole por desmarcarse de Valverde y Doria Medina. De acuerdo a la copia del email que disponemos, García Mérida recibió esta reprimenda de Peñaranda:
“Hola Wilson, me parece totalmente
errado y contraproducente para ti atacar a Valverde de esa manera. Vos
defendete, pero no ataques a tus colegas. Eso te hace quedar MUY MAL,
ante mis ojos y seguro que ante los ojos de RSF y CPJ”.
Según García Mérida, Peñaranda usó ese “pecado” de nuestro Director
para justificar la censura que se le impondría en la agencia noticiosa. “No
es la primera vez que lo hace, este colega se acostumbró a abusar de su
poder dentro esa agencia noticiosa a la que me he visto obligado a
acudir en varias oportunidades tanto por el prestigio que tiene como por
su relación con la Iglesia Católica. Así caí en manos de Peñaranda y
fue por tanto el que más me castigó. Esa agencia noticiosa no es de su
propiedad privada sino de la Iglesia que paradógicamente me ampara, pero
siempre abusó del poder que tiene ahí para condicionar mi trabajo y mis
actitudes. En esta ocasión le aclaré que Valverde no es mi colega,
nunca lo fue, que supe de él cuando se desempeñaba como Jefe Nacional de
Inteligencia en los años noventa, y que en mi informe a los organismos
internacionales estoy aclarando que no podría defenderme del cargo de
sedición del que me acusa Quintana si me vinculo o dejo que me vinculen a
políticos que buscan la caída de Evo Morales; si hago eso, Quintana
habrá demostrado que soy un vulgar sedicioso y no tendría razón de ser
esta lucha por mi vida, por mi libertad y por el futuro de mis hijos”.Wilson García Mérida narra que si a partir de entonces ya no contaría con el respaldo de la agencia noticiosa una vez que “quedó mal” ante los ojos de Peñaranda, entonces se vería obligado a acudir ante el Director General de la agencia, un sacerdote jesuíta. “Tienes razón, hablá con el padre nomás”, le respondió Peñaranda con lapidaria frialdad.
Nuestro Director afirma haber intentado tomar contacto con el sacerdote que dirige dicha agencia noticiosa y a pesar de los insistentes mensajes, el religioso se negó a atenderlo. “En la primera respuesta que logré de él a duras penas, me dijo que su tiempo estaba ocupado en asuntos más importantes que mi destierro, prometió comunicarse conmigo más tarde y nunca lo hizo. Luego insistí advirtiendo que denunciaría publicamente el bloqueo que me impusieron los periodistas bajo su dirección, Raúl Peñaranda y Mery Vaca, y la respuesta que recibí de aquel sacerdote es que según los códigos de la Orden de los Jesuitas yo tenía todo el derecho de exigir se cubra la información sobre mi destierro, pero que ellos a su vez tenían el mismo derecho para decidir qué temas cubrir y cuáles no”.
Lamenta que una de las más importantes agencias noticiosas dependiente de la Iglesia boliviana esté “controlada por un grupículo ultraderechista obsesionado con la caída de Evo Morales”. El periodista desde su destierro en Rio Branco exhorta a la Conferencia Episcopal de Bolivia tomar cartas en el asunto. “Yo por mi parte” —anuncia—, “apenas vuelva al país haré la representación del caso ante el Tribunal Nacional de Ética Periodística, donde pediré el procesamiento de Raúl Peñaranda junto a Julio Peñaloza Bretel; siempre y cuando mis colegas de la prensa boliviana no pongan más piedras en el camino de mi retorno. Entretanto, y a partir de ahora, me concentraré entera y exclusivamente en mi afán de transparentar esa corrupta querella de Quintana que me alejó del país injusta e ilegalmente, imputándome por un grave delito de sedición que jamás cometí”.
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